viernes, 4 de mayo de 2018

Caminando hacia la utopía: "La metodología y desarrollo de capacidades."

No quiero comenzar esta entrada sin advertir que no soy nada experto en metodologías. Sí, lo pongo en plural ya que dependiendo de nuestro pensamiento y "ganas de hacer" podemos optar por seguir un modelo de "formas de hacer cosas en clase" u otro.

Advertencia realizada.

Pues bien, lo que sí quisiera compartir es el pensamiento de que no podemos desarrollar una metodología del siglo XIX o XX en la actualidad. Es decir, el uso de la transmisión pasiva de conocimientos no debe ser la base de nuestra actuación en clase.

Nunca he aprendido más de una cosa que cuando he tenido que explicarla a otras personas. Me vais a permitir que comente una experiencia propia. No puedo negar que personalmente me encanta el mundo romano y que cerca de donde habito tengo la fortuna de poder visitar un yacimiento arqueológico. No sólo de visitarlo yo, sino de poder llevar al alumnado a ver "in situ" cosas que se han trabajado en clase durante bastante tiempo.  Os puedo asegurar que para poder hacer murallas reales, con materiales reales (aunque a escala, claro está), tuve que empaparme de cómo se hacía el "cementum". Así con todo: las partes de  las calzadas romanas, las termas,... etc. No os quiero aburrir con más detalles.  Yo aprendí por necesidad, pero es que mi alumnado aprendió "jugando a ser romanos".  El diseño de la ciudad, de las calles, de las defensas de las mismas, templos, fábricas, acueductos,... fue fabricado por ellos y ellas.

En dos palabras: "Se involucraron".

Dejando aparte ya la anécdota. Hay una idea clara: "El alumnado debe ser el promotor de su propio aprendizaje, debe estar completamente involucrado en todo el proceso, en la evaluación del mismo y en su propia evaluación".

Cualquier metodología que decidamos usar debe ser una metodología activa, que permita la participación de todas y cada una de las personas que están desarrollando su aprendizaje. En muchas de las unidades didácticas (programaciones) que leo, en el apartado metodología se escribe la palabra activa. ¡Qué bien! ¿no? Pues no. Después vas al apartado actividades o al de valoración de lo aprendido y ,lo que me encuentro son actividades individuales desarrollando temas que después se van a preguntar en una prueba que denominamos de muchas formas pero que en realidad son los exámenes de toda la vida. Lo siento, pero esa metodología no es activa.

Una metodología activa es aquella en la que el alumno desarrolla principalmente la competencia de "aprender a aprender", ésa que muchas veces pasa desapercibida y no se le da tanta importancia.

Otra cosa que tengo clara es que el aburrimiento es desastroso. Hacer siempre lo mismo es totalmente contraproducente. Quiero decir con ello que se debería intentar cambiar un poco las formas de trabajar y no hacer siempre la misma metodología.

Como ya dije antes, mi ignorancia en el desarrollo de metodologías en grande, pero en el "mercado docente" tenemos multitud de metodologías innovadoras a las que con un clic de ratón podemos acercarnos, informarnos, formarnos, ... y poner en práctica.

Hay varios aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de elegir cómo vamos a hacer las cosas.

Lo primero pasa por conocer al alumnado. (Ya hice una entrada sobre dicha necesidad que podéis consultar). Si no hay un verdadero conocimiento del mismo, cualquier metodología que pensamos usar está abocada al fracaso.

Un segundo aspecto corresponde al lugar donde vamos a desarrollar nuestras actividades. No es lo mismo tener un aula con mesas individuales que se pueden mover libremente para hacer distintas agrupaciones que una clase con mesas de la extinta planificación de "Centros TIC" donde las mismas son grandes, con dos asientos cada una, y con un departamento intermedio donde iba el ordenador.

El tercero correspondería a la idea que tengamos sobre el uso del libro de texto. En un principio, yo desterraría el uso del libro ya que no me parece un recurso contextualizado al alumnado que tengo delante.  Se podría usar como un recurso más, eligiendo las partes que más me conviniesen (ilustraciones, textos de lectura, alguna que otra actividad, ...) pero nunca lo usaría como la guía que hay que usar para que no se me olvide nada. El libro de texto es la recopilación de los contenidos y por lo tanto no favorece nada el ser activo en el propio aprendizaje.

Un cuarto aspecto a tener en cuenta es la consecución de los recursos que van a ser necesarios para el desarrollo.  No me puedo plantear metodologías que incluyan el uso de las TIC cuando en mi centro no haya ordenadores, tabletas o se tenga prohibido el uso de los móviles.  En este apartado quiero mencionar explícitamente que hay una serie de docentes a los que no les importa gastarse de su propio dinero cantidades para poder desarrollar las actividades. Profesorado que imprime en su casa, que compra diez candados porque va a montar un "escape room", que recoge "corcho blanco", que pasa por un supermercado y se lleva veinticinco cuadernillos de las ofertas porque va a trabajar en clase presupuestos para elaboración de cocina con alimentos saludables,... y un sinfín de ejemplos más.

Y acabo con el más importante: Las ganas del profesorado de meterse en estos berenjenales. Aunque os puedo asegurar, que si uno se mete en esto y lo prueba, es difícil dar marcha atrás, ya que la satisfacción que se recibe y el orgullo de ver el trabajo del alumnado es un auténtico premio.

Teniendo todo esto en cuenta, lo único que nos falta es un poco de información sobre las distintas metodologías. Como ya he dicho, tenemos un montón de información en las redes donde se explica paso a paso cada una de ellas, así que me limito a mencionar aquellas que yo personalmente he realizado o que he visto que mis compañeros realizan y que son garantía de éxito:

1.- ABP: Aprendizaje basado en proyectos.
2.- Flipped classroom.
3- Gamificación.
4.- ABR: Aprendizaje basado en retos.
5.- ...

Algunas personas pensarán que me olvido del aprendizaje cooperativo,  pero "va a ser que no".  El aprendizaje cooperativo lo planteo más como una técnica que como una metodología en sí. Este tema lo trataremos en la siguiente entrada que dedicaremos a los entornos favorecedores del aprendizaje.


















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